En los últimos años, el proceso revolucionario de Venezuela se ha visto empañado por una serie de factores que impiden su consolidación, dichos factores, que no son más que la expresión de la lucha de clases, han lentizado y hecho dar pasos hacia atrás, pero a su vez han servido para dar algunos pasos hacia el horizonte.
Recientemente, vemos como, producto de la lucha de clases, la burguesía ha desarrollado una guerra económica contra el pueblo, para acelerar la salida del Presidente de la República, camarada Nicolás Maduro, han generado escases de productos esenciales para la vida, entre ellos comida, y han aplicado esquemas ya repetidos en anteriores ocasiones con gobiernos de corte progresista, tal es el caso de Chile con Allende, en donde la historia nos demuestra la clara intervención del gobierno imperialista yankee en los asuntos extranjeros, buscando eliminar gobiernos que no le son serviles.
Por otro lado, el precio del barril del petróleo (ubicado en 38,82 $ por barril para la fecha actual) ligado a los efectos de la escases y el acaparamiento han desencadenado el malestar de la población, cuando tienen que hacer colas en los supermercados y “cazar” los productos alimenticios o de aseo personal, haciendo ver la burguesía, a través de su organización malandra FEDECAMARAS, que es el gobierno el único culpable de la situación, y destacando “la improductividad del socialismo”, tal cual lo dijo su presidente, Jorge Riog. La estrategia de la burguesía entonces se ha convertido en una guerra mediática y psicológica para crear en la población descontento, someter al pueblo a la escases y al hambre para "tumbar" al gobierno bolivariano.