Presidente Nicolás Maduro Moros |
Desde el Movimiento de Trabajadores y Trabajadoras Socialistas del Agro hacemos un reconocimiento al camarada Nicolás Maduro por la victoria obtenida en las elecciones presidenciales del 14 de abril del presente año, y nos unimos con conciencia y disciplina al llamado de construcción de la patria que el comandante presidente Hugo Chávez hiciera en su momento y que ahora el camarada Maduro retoma.
Sobre la victoria.
Es preciso hacernos una reflexión, una autocrítica, que nos lleve a revisarnos como revolucionarios sobre la victoria obtenida el 14A, Nicolás Maduro obtuvo una votación de 7.505.338 (50,66%) sobre los 7.270.403 de votos del candidato de la derecha (49,07%), el imperialista Capriles Radonski. Existe una diferencia de 234.935 votos sobre el opositor. Analizar el porqué de la situación nos llevará a una revisión de todos los procesos dentro del marco de la revolución bolivariana, una revisión necesaria que no nos debe llevar a reformas sino más bien a cambios de procesos, a eliminar situaciones de raíz que afecten el funcionamiento de la revolución (el aparato burgués del Estado que todavía mantenemos y que lentiza los procesos, los burocratiza), entonces se nos exige a un llamado de profundización del proceso revolucionario que necesariamente debe llevar al consecuente empoderamiento del pueblo, de los ciudadanos, de los obreros y campesinos que son los llamados a que con su alianza hagan la revolución. Determinar las incongruencias entre lo que decimos y hacemos para responder al pueblo, dar el ejemplo con nuestras acciones para que el pueblo comprenda que lo que queremos es una nueva nación, una nación socialista, que es un sistema distinto con inclusión para quienes han sido excluidos por el sistema capitalista e imperialista imperante y que siempre han sido apartados e invisibilizados.
Como puntos importantes que deben ser autocuestionados (para llegar a cambiarlos) tenemos:
· Los temas agrícolas y del campo: la tenencia de la tierra y la derrota del latifundio, el fortalecimiento de la soberanía alimentaria, la tecnificación de los campos, la inversión en el desarrollo rural, la producción planificada de alimentos, el fortalecimiento de un desarrollo endógeno para el sector agrícola, el desmonte del aparato burgués en nuestras instituciones agrícolas que aún persiste como un cáncer, la incorporación de compañeros y compañeras técnicos con conciencia socialista para el avance de la revolución en el sector agrícola que hagan mejorar, transformar o innovar en los procesos de nuestras instituciones y del campo en sí para fortalecer la producción de alimentos.
· Productividad, industrias y desarrollo: la búsqueda de la innovación en nuestras fábricas y empresas socialistas, determinar el carácter socialistas de esas empresas de una manera activa práctica y real, no empresas capitalistas con solo el nombre de socialistas; concienciar a la clase obrera sobre los medios de producción y su trabajo para la construcción del sistema socialista y el papel que éstos desempeñan con el objetivo único de formarlos técnica y políticamente como cuadros capaces direccionar y operativizar las empresas a través del control obrero real, los obreros como dueños de los medios de producción. Producir planificadamente, como debe ser en el socialismo, lo que el país requiere y necesita; tecnificar la producción, incorporar tecnología activando los convenios de intercambio tecnológico, haciendo que los mismos sean reales y objetivos, se lleven a cabo y respondan a nuestros requerimientos de desarrollo y de producción – estos convenios deben ser revisados desde lo más profundo de su concepción y con lupa revolucionaria, destacando tres preguntas para tres respuestas importantes: ¿en qué beneficia?, ¿a quién beneficia?, ¿es factible para la nación?. Por otro lado, fortalecer el desarrollo endógeno, sustentable y sostenido; recuperar empresas perdidas para la revolución, profundizar la revolución productiva y proletaria: expropiar sin indemnización a la burguesía dueña de los medios de producción que han jugado con los intereses del pueblo y siguen jugando hasta prestarse para saboteos y apoyo a candidatos de la oligarquía, sus candidatos. Los alimentos, el agua, la electricidad, la construcción, el petróleo y otras fuentes de energía, la agricultura son industrias o sectores que deben estar al servicio del pueblo y direccionadas por la avanzada revolucionaria. Aplicar sobre la producción la verdadera vía socialista para hacer cumplir los objetivos estratégicos o históricos planteados por Chávez.
· Educación: ¿qué papel juega nuestra educación para la construcción de la patria socialista?, no basta con crear más escuelas, liceos o universidades si éstas son creadas bajo el mismo concepto capitalista de la educación en donde se fortalece el tener más que el ser, en donde se fortalece el concepto bancario de la educación, esta educación que no promueve nuestra emancipación sino que nos mantiene dominados. Hoy conocemos mucho más de nosotros mismos como pueblo, dominamos más la ciencia, hablamos y participamos más, llegamos a más sitios porque hay más escuelas y ahora hay menos analfabetas, pero, ¿es eso suficiente?, ¡No!, no porque la educación, en esta nueva etapa de nuestra revolución, debe profundizar la ideología proletaria, inculcar el valor del ser a nuestros estudiantes y prepararlos para estar conscientes de que la revolución es necesaria y es un proceso definitivo e irreversible, la revolución es la independencia definitiva. La formación social y política es primordial, junto a los procesos dialécticos naturales, para el fortalecimiento de una educación de todos y todas verdaderamente emancipadora. Es importante revisar el papel de los medios y su influencia en la masa, si seguimos con canales de TV fascistas como Globovisión derrumbaremos con los pies lo que con las manos construyamos en pro de la ideología proletaria.
· Desarrollo económico y social: las políticas del estado aplicadas sobre nuestra economía han sido políticas que pretenden frenar la crisis o contrarrestarla, pero debemos estar conscientes de que la crisis es imparable porque es propia del sistema, es la crisis general del capitalismo que nos golpea y nos denigra. El sistema económico imperante ha colapsado enormemente a nivel mundial, cada vez más la clase trabajadora sufre los meollos de esta crisis y nosotros en nuestro país no escapamos a ella, utilizamos estrategias económicas burguesas que más bien nos hacen daño, sin embargo, hemos avanzado hacia la construcción del socialismo a través de la búsqueda de nuevos modelos organizativos para la producción, la propiedad social directa e indirecta de nuestras empresas, los ejercicios de control obrero (fallidos o no), el fortalecimiento de la organización proletaria en las fábricas, la recuperación de empresas para el Estado y otras estrategias han servido para crear empleo y fortalecer la independencia del Estado del capital privado para producir bienestar al pueblo, no obstante, la educación (conciencia revolucionaria) ha faltado para algunos en la masa de trabajadores de la necesidad de valorar la fábrica socialista como una herramienta para la construcción del socialismo y de algunos de sus dirigentes por jugar sucio con corrupción, políticas antiobreras y políticas antirrevolucionarias, lo que hace necesario el análisis minucioso de quienes estamos en las instituciones y para qué estamos allí, esto nos debe llevar a la reflexión de ¿qué aporte desde mi trabajo y desde mi espacio hago para construir el socialismo?. Los cambios en la economía y las estrategias utilizadas, malas y buenas, deben ser explicadas al pueblo:¿para qué?, ¿Por qué?, ¿cómo?, etc, se debe recordar al pueblo que el capitalismo nos consume y que solo en el socialismo es posible el desarrollo económico pleno, pero primero nuestra revisión y autocritica ¿estamos dispuestos a derribar la superestructura imperialista que predomina en nuestro sistema? o ¿queremos solo reformar y reformar?, recordando que el capitalismo no se reforma, se destruye.
· Defensa: no solo defensa de nuestro territorio y en nuestro territorio. El imperialismo miserable e inhumano juega con los sentimientos y creencias de los venezolanos haciéndoles creer que el problema de la inseguridad (interno) es un problema derivado de Chávez y la “miseria que éste nos ha dejado o que la revolución nos ha dejado”. La inseguridad es un problema derivado desde las raíces profundas del capitalismo mismo y debe hacérsele saber al pueblo. Diseñar y crear las estrategias para avanzar contra esto es urgente para el desmontaje de la contrarrevolución, fortalecer la Misión A toda Vida Venezuela y la Universidad de la Seguridad deben ser las estrategias principales para esta tarea, y profundizar más sobre el papel de los cuerpos de seguridad, los ciudadanos y las comunidades organizadas sobre el golpe a la inseguridad. A su vez, desde otro ámbito, la seguridad de nuestras instituciones y del Estado en sí. Nuestras instituciones están llenas de personas que juegan al declive y destrucción de la revolución, muchas de estas personas, con conciencia pequeño burguesa, han destrozado el aparato productivo y juegan con corrupción empañando nuestro proceso revolucionario, la inteligencia para la detección de la burguesía y la contrarrevolución en nuestras instituciones es urgente para lograr la seguridad hacia la conformación plena del modelo productivo socialista. Por otro lado, los sucesos de fascismo y violencia vividos en nuestro país y la falta de castigo a los culpables (sobre todo los intelectuales, como el fascista Capriles Radonski) denotan la falta de seriedad sobre la protección de los logros de la revolución, se han dañado infraestructuras y se han perdido vidas en estos acontecimientos que han perturbado nuestra paz, se ha violado el derecho de los venezolanos que votamos por Maduro a tener nuestro presidente poniendo en duda nuestro triunfo y se ha vilipendiado a la institución rectora electoral y a sus dirigentes, se ha insultado y maltratado a todos los camaradas partidarios de izquierda por una persona llena de odio y ambición de poder: CAPRILES, entonces, ¿Cuál ha sido nuestra estrategia y mecanismo de defensa ante estas acciones? , ¿estamos vulnerables a estas acciones?.
Nuestro papel revolucionario:
Como revolucionarios, estamos llamados a construir, a corregir y a crear lo que haya que crear para lograr el desarrollo de la patria. Fortalecer la revolución desde las escuelas, desde las fábricas, desde el campo e incluso desde nuestros hogares ha de ser la estrategia que predomine por nuestra parte. Los hechos violentos que acontecieron en el país demuestran cuan dominados y alienados está buena parte de la población de la nación, los medios de comunicación han jugado un papel determinante en esta actitud, en especial Globovisión (que debe ser cerrada por fascista), éstos promueven la violencia desmedida, el racismo y la xenofobia en contra de venezolanos y extranjeros que se identifican con la revolución. Como garantes y soldados de la revolución debemos difundir el mensaje revolucionario a todos y todas, potenciar la comunicación y hacer ver las mentiras que la derecha fascista plantea, demostrar a los utilizados por la derecha el error y que la revolución forma parte de sus vidas, porque incluso les hace bien.
El aparato burgués de los medios de la comunicación se han desplegado para declarar la guerra a nuestro presidente obrero, ¿por qué?, los intereses de su clase (de la burguesa) están en peligro: la revolución continuará bajo la senda de Nicolás Maduro, quien está llamado a profundizarla junto a todas y todos nosotros. En el sector agrícola en especial es imprescindible la participación, la unidad y cohesión, la acción revolucionaria en la lucha, es un llamado a la unidad de todos los factores revolucionarios del sector para lograr el desarrollo productivo del país en el área, lograr fortalezas y avances en cuestiones como desarrollo rural, soberanía alimentaria, lucha contra la terrofagia, características principales que debe tener la revolución en el sector agrícola y que deberán potenciarse para la nueva etapa de nuestra revolución.
MTTSA
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